Y QUE PASA CON ELLOS?

Alguna vez nos hemos detenido antes de difrutar del primer bocado, para pensar en los otros que se hospedan en cualquier rincon callejero y le agradecen el menú diario a la generosidad de las bolsas de basura?.

Qué significa vivir para aquellas personas, en especial niños y jóvenes, a quienes la vida los recibe en medio de la miseria y el hambre, con un día a día en plena mendicidad y sin la protección de unos padres , ni la posibilidad de unos espacios acogedores donde correr, montar bicicleta, o simplemente disfrutar con otros niños de la única etapa de la vida donde se disminuyen las preocupaciones.

Qué pasa con esos infantes a los que le toca aprender a arrastrarse por las calles, sin esperanzas, pero en compañia de una botella de boxer o de un tabaco de marihuana, por ser el único motivo de existencia.Cuál es la explicación para quienes no eligieron ese destino, pero fue el pedazo de la torta que les toco?

Es imposible aceptar que estados de vida tan degradantes hagan parte de la dignidad humana, sin embargo nos mostramos indiferentes ante la abundancia de estos niños indigentes, asumiéndolo con tal normalidad, como si ese margen de miseria es el necesario para mantener el equilibrio social.